Puertas de Revelación

'Así dice el Señor DIOS:

"La puerta del atrio interior que mira al oriente estará cerrada los seis días de trabajo; pero se abrirá el día de reposo; también se abrirá el día de la luna nueva.

(2)  "El príncipe entrará desde el exterior por el camino del vestíbulo de la puerta y se detendrá junto al poste de la puerta.

Entonces los sacerdotes ofrecerán su holocausto y sus ofrendas de paz, y él adorará junto al umbral de la puerta y luego saldrá, pero no se cerrará la puerta hasta la tarde.

(3)  "El pueblo de la tierra también adorará a la entrada de esa puerta delante del SEÑOR los días de reposo y en las lunas nuevas. 

Ezequiel 46:1-3

Este año, el Señor ha estado  revelando acerca de las puertas que se abren las cuales son oportunidades extraordinarias. Ha sido durante la fiesta de la Pascua que notamos que había una puerta abierta la cual muchos atendimos. Con mi familia y algunos amigos que estudiamos la Biblia aquí en Nueva Orleáns y con familia y amigos de Guatemala, todos nos propusimos a pasar por esa puerta que Dios, gentilmente había mostrado. Por fe todos cruzamos la puerta. Lo extraordinario ha sido que todos los que hicimos eso, hemos tenido situaciones y experiencias especiales. Cada quién cuenta una historia diferente que trascendentalmente ha transformado nuestras vidas. En pocos días, Dios ha cambiado situaciones que han echado raíces en los corazones por años y ha alivianado nuestros corazones. Definitivamente, Dios no está perdiendo el tiempo con los que le buscan. Una palabra que recibimos durante estos días ha sido: “Ya no es tiempo de caminar, es tiempo de correr…”.

La escritura anterior de Ezequiel, describe los tiempos de apertura de la puerta. El tiempo en el que el Príncipe se dispone a revelarse: Los días de reposo y las lunas nuevas. (Los días de reposo incluye cada una de las fiestas de Levítico 23)

Luego, la siguiente fiesta, la de las Semanas, o pentecostés. En verso de Oseas 2, vimos cómo nos alejamos de Dios y el trató con nosotros en el desierto y allí nos habla al corazón, y pone el valle de Acor, valle de los problemas como puerta de esperanza. Esta puerta se abrió en los días de la cosecha de trigo. Lo cual indica que es pentecostés. Atendimos al llamado de la puerta y nuevamente la cruzamos. Seguimos viendo cosas extraordinarias en nuestras vidas. Es demás decir, que también estamos pendientes de las puertas abiertas los días de reposo y las lunas nuevas. No podemos perder estas oportunidades.

La palabra de Dios es un tremendo regalo, particularmente cuando la razón colisiona con la revelación, allí las vidas son transformadas.