lunes, 18 de abril de 2011

LA VISITA DE LOS GENTILES


Durante los días antes de la preparación de la fiesta de Pesaj en los días de Jesús, vinieron unos gentiles a la celebración de la fiesta en Jerusalén y buscaron al rabino. Le enviaron un mensaje para hacer una cita con él. Su respuesta fue realmente reveladora. Veamos la porción que describe el suceso.

Jua 12:20-50  Y había unos griegos entre los que subían a adorar en la fiesta;  (21)  éstos, pues, fueron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaban, diciendo: Señor, queremos ver a Jesús.  (22)  Felipe fue y se lo dijo  a Andrés; Andrés y Felipe fueron  y se lo dijeron a Jesús.  (23)  Jesús les respondió , diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.  (24)  En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto.  (25)  El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna.  (26)  Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el Padre lo honrará.  (27)  Ahora mi alma se ha angustiado; y ¿qué diré: "Padre, sálvame de esta hora"? Pero para esto he llegado a esta hora.  (28)  Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Y le he glorificado, y de nuevo le glorificaré.  (29)  Por eso la multitud que estaba allí y la oyó, decía que había sido un trueno; otros decían: Un ángel le ha hablado(30)  Respondió Jesús y dijo: Esta voz no ha venido por causa mía, sino por causa de vosotros.  (31)  Ya está aquí el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.  (32)  Y yo, si soy levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo

Al leer esta porción e imaginarme cuál sería la respuesta, me mente instantáneamente anticipó una respuesta así : “¡Oh si, por supuesto! Juntémonos a tomar en café en Starbucks. Pero no. De hecho, no les respondió”.  Cuando seguí leyendo, me di cuenta que la respuesta vino de más allá. Del cielo. Alguien dijo: “Un Ángel ha hablado”.
Sin embargo, la respuesta de Jesús abre una puerta en el tiempo. “Ha llegado la hora para que el hijo del hombre sea glorificado”. La puerta en el tiempo es la fiesta de Pesaj.  Una puerta que al abrirse conmueve hasta el cielo para proclamar su voluntad y cumplir su tiempo.
Yo soy un gentil. Y le rindo crédito a la Torá como fuente de autoridad, a Israel como tierra escogida por Dios y a sus legítimos habitantes, escogidos por Dios, los judíos. Personas bendecidas y escogidas por voluntad divina para proclamar al mundo la luz de la Torá.  Yeshúa Ben Joseph, popularmente conocido como Jesús, en el ámbito cristiano, era un rabino celoso de su identidad, de su pueblo y de sus escrituras. Es verdaderamente una pena que los círculos judíos se hayan rechazado las enseñanzas de este gran Tzadik.  Por otro lado digo, que bendición, porque si yo no hubiera seguido sus enseñanzas no hubiera conocido la Torá como autoridad, a Israel como la tierra escogida por Dios y a los judíos como sus legítimos habitantes. 

Mi posición, la cual no la aprendí en una iglesia o en una sinagoga, me hace blanco para ser atacado por contradicciones  por ellos. Lo interesante es que Yeshúa Ben Yoseph en la fiesta de Pesaj, fue confrontado por personas que representan estas dos corrientes. Esta confrontación, generó una respuesta en el cielo: “Entonces vino una voz del cielo: Y le he glorificado, y de nuevo le glorificaré.” Juan 12:28   . Encuentro como un gran honor para mí, un gentil, reconocer en estos días de celebración de Pesaj  (Salto), la santidad e importancia del tiempo, reconociendo la dirección de la Torá en cuanto a las fechas, la tierra de Israel como su lugar escogido,  y a su pueblo judío al cual clamo que el Mesías sea revelado en el menor tiempo posible y logre su pronta y perfecta redención. En cuanto a mí y a otros gentiles como yo, que Dios oiga nuestro clamor así como esos gentiles que intentaron hablar con Yeshúa y lo que lograron fue una respuesta directa del Angel del cielo, que encontremos la misericordia y justicia otorgada a la nación de Israel a la cual nos acercamos por pura gracia.

Creo que es tiempo de los gentiles clamar en esta puerta de tiempo que está abierta para alzar nuestra voz al cielo y sea la razón para que recibamos la respuesta que Israel y nosotros necesitamos para ser unidos en el Mesías Judío Yeshúa. Según entiendo, esta puerta se cerrará pronto.

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