sábado, 3 de septiembre de 2011

Una Puerta Abierta para Tiempo de Santidad


La Biblia nos muestra una sombra de un elemento que existe en el cielo: el Tabernáculo. Todos los que estudiamos las escrituras sabemos que el Tabernáculo representa una estructura muy importante. Podríamos imaginarnos: ¿Qué pasaría si el Tabernáculo no apareciera en las escrituras? Hagamos una pausa y analicemos.
Perderíamos el mensaje principal de la Biblia, ya que en el Tabernáculo se nos muestra la revelación de cómo Dios se acerca a nosotros. Ahora pensemos en algo más. Imaginemos: ¿Qué pasaría si no tuviéramos los tiempos de reunión para acercarnos a Dios en el Tabernáculo?
Si no tengo una cita previa, simplemente no puedo recibir el beneficio de estar delante de Dios.  Son dos cosas que no podemos separar ni ignorar para desarrollar una relación con Dios. Primero, la santidad del lugar. En otras palabras el espacio correcto: La estructura del Tabernáculo. Y segundo, la santidad del Tiempo. Si no llego a la hora indicada, simplemente estaré delante de una estructura y no disfrutaré de la presencia Divina. Nadie va a un estadio Bernabéu en Madrid un martes a cualquier hora y esperar ver un partido. El simple hecho de entrar a una estructura de esta dimensión con el propósito de ver un partido crea un vacío tan grande como la expectativa que tengo de verlo. Y lo que logro es estar delante del vacío de mi expectativa. Si llego “a la hora indicada para ver un partido” lo más seguro es que me disfrutaré mi partido al máximo de mi expectativa. Para lograr mi expectativa, tengo que juntar dos cosas: el lugar y el tiempo señalado. Si no sigo esas instrucciones no conseguiré mi propósito.

El mes de Elul, (Agosto 31 – Septiembre 29, 2011) es el mes previo a la Fiesta de las Trompetas. Esta fiesta es una de las siete Fiestas del Señor clasificadas como Tiempo de Santidad  para reunión con Dios. Es un tiempo señalado por instrucción Divina, y todas las naciones estamos invitados. El mes de Elul es el preámbulo para ese momento tan importante. Es un tiempo de introspección y cambio, o sea, arrepentimiento. ¿Arrepentirme de qué? ¿De las cosas de las que tengo cargo de conciencia? Si fuera así, entonces me mido según los dichos de mi corazón. Si hago eso, asumo, que el bien está en mí. Pero, yo se que el corazón es más engañoso que todas las cosas. Jesús enfrentó a un grupo que decía: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" y El les respondió: "Jamás os conocí; APARTAOS DE MI, LOS QUE PRACTICAIS LA INIQUIDAD." Esto quiere decir, VIOLADORES DE LA TORÁ. La Torá, también conocida como el Pentateuco, es la parte de la Biblia que define el pecado. Allí se sabe la diferencia entre blanco y negro, o frío o caliente, bien y mal. No es en la conciencia de nadie, ni en las reglas donde te congregas. Todos estamos de acuerdo que  iremos a un juicio celestial: Allí estará un gran Juez, un gran Abogado un gran fiscal y todos tiene por acuerdo juzgarnos con la justicia divina: La Torá. Todos, sin excepción, estaremos sometidos a ese gran juicio bajo la misma justicia.  Por cierto que ese gran juicio sucederá en un tiempo prescrito de antemano como una de las citas divinas en el Tabernáculo de Reunión.

Por eso tenemos Elul, treinta días de preparación para un gran momento lleno de expectativa y bendición. Ani leDodi veDodi Li, “Yo soy de mi amado y mi amado es mío”. Es un Tiempo de Refugio, asi como habían ciudades de Refugio en Israel, así tenemos este tiempo de Refugio. Para prepararnos. Moisés lo reconoció y practicó, los profetas también, especialmente Juan el Bautista, quien en este tiempo salía a comunicar a la gente que aprovecharan este tiempo. Hoy en día, talvez no podemos ir al Tabernáculo o al Templo, pero si tenomos toda la capacidad de alcanzar y aprovechar el Tiempo Santo. De esto nadie tiene escusa.

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